Posteriormente, fuera de la Facultad de Medicina, hemos constatado los mismos resultados en estudios in vivo con las mismas concentraciones.
En determinada etapa de nuestra investigación, comenzamos a recibir inquietudes de personas de nuestro conocimiento que padecían de carcinomas y cuyo pronóstico no era bueno. Esas personas nos solicitaron el producto que nosotros suministrábamos a los animales.
Nosotros declinamos suministrar ese producto a humanos en ese entonces, ya que habíamos resuelto seguir investigando para la obtención de un producto fitoterapéutico para uso en humanos . Es así que comenzamos a trabajar en combinaciones de sustancias vegetales que nos permitieron llegar a productos fitoterapéuticos. Otra vía de investigación nos ha llevado a la obtención de productos homeopáticos.
Cuando obtuvimos un producto que consideramos podía ser suministrado a humanos, consultamos a químicos y médicos.
En muchos casos, han sido los propios médicos tratantes, o médicos amigos de los pacientes, quienes han recomendado o autorizado a sus pacientes ingieran nuestros productos. Muchos médicos han colaborado desinteresadamente con la investigación, enviándonos historias clínicas, resultados de análisis, e incontable material de valor incalculable para nosotros. El estudio y seguimiento de estos pacientes se ha realizado conjuntamente con sus médicos, siguiendo las respectivas historias clínicas, habiéndose obtenido resultados comparativos de la acción de nuestros productos cuando se han suministrado como único tratamiento, y cuando se han suministrado en combinación con quimioterapia o con radioterapia.