Desde el punto de vista clínico, observamos que luego de inyectar animales afectados por tumores externos del tipo espinocelular con extracto de Baccharis coridofolia, se producía en la zona de la inyección una pequeña inflamación.
Entre el primer y el quinto día posteriores a la inyección, el tumor tenía la apariencia de estar creciendo en la zona de la inflamación local. Entre el sexto y el séptimo día, se podía observar que la masa tumoral se desprendía
del tejido normal, produciéndose paralelamente una reparación de la zona dejando una cicatriz.
Luego del desprendimiento de la masa tumoral, se apreciaba el surgimiento de un tejido rosado en una zona cicatrizal rica en capilares y de rápida reparación. Otros fenómenos que apreciamos fueron la destrucción de la red sanguínea que alimentaba al tumor, y una proliferación acelerada del tejido fibroso lo cual también tendía a restar alimento al tumor frenando su crecimiento por la vía de la disminución de la vascularización.