Bloqueo del metabolismo de la célula tumoral

Investigadores de todo el mundo indican que las células tumorales de estirpe epitelial muestran extraordinario aumento de la enzima fosfatasa, que es la encargada permitir a las moléculas de glucosa, ricas en energía, entrar a la célula tumoral. La glucosa es utilizada en gran cantidad por la célula tumoral cuya avidez por la misma aumenta exageradamente.Bloqueo del metabolismo de la célula tumoral

Esto ocurre tanto para cáncer como para sus metástasis, incluso en casos de Sida HIV. Basándonos en ello, y recogiendo lo publicado por los autores M.C. Meireles y F. Riet – Correa, de Brasil, estimamos que en la cadena energética, en lugar de la glucosa, aparece un radical incompleto de glucosa, bloqueando el metabolismo de la célula tumoral lo que contribuiría a su necrosis. Uno de los pacientes terminales que colaboró con nuestra investigación fue un reconocido médico cirujano del Departamento de Florida, el Dr. Raúl Amorín, persona muy apreciada por nosotros. Según sus palabras recogidas en una carta, luego de ingerir nuestros productos, sufrió episodios febriles molestos; tras descartar otras posibles causas, nos transmitió que opinaba que se debieron a la necrosis tumoral, y nos manifestó que adhería a la posibilidad de que nuestro producto pudiera destruir células más rápido de lo que éstas se reproducen.

Lo que observamos es que estamos frente a un modo de atacar la célula tumoral con un glucósido que es una molécula similar, pero no igual, a la glucosa. La célula enferma es «engañada» y muere como consecuencia de ello. Lo hemos constatado en cáncer, sus metastasis, incluso en casos de pacientes con Sida HIV.

Consideramos que este glucósido estaría formado por una molécula degradada de glucosa más las micotoxinas de los hongos presentes en Baccharis coridifolia Compositae. En efecto, hemos constatado tres hongos simbiontes en diversas partes de esta planta autóctona de Latinoamérica. Como las enzimas que degradan la glucosa no pueden degradar este glucósido, se cortaría la cadena energética de Krebs en el interior de la célula, por lo que ésta moriría si es que no muere antes por la rotura de la membrana celular que provoca el escape de citoplasma.